Jungo

Un grupo de monitos de colores se mezcló en tu mano y están tan cómodos que no quieren irse. Tu misión: combinarlos con inteligencia para ser el primero en quedarte sin cartas.

El objetivo del juego es simple pero desafiante: deshacerte de todas tus cartas antes que tus rivales, formando y lanzando combinaciones. La gran regalo de oro del Jungo es que no podés cambiar el orden de las cartas en tu mano.

Al comenzar, se reparten entre 8 y 10 cartas según la cantidad de jugadores. En cada turno podés jugar una o más cartas (siempre del mismo número y que estén juntas en tu mano) o robar una del mazo central. Para superar la combinación que haya en la mesa, la tuya debe tener más cartas o un número mayor. Si lo lográs, podés descartar la jugada anterior o sumarla a tu mano (¡en el lugar que quieras!). También hay cartas especiales con doble valor, que podés usar como más te convenga según la jugada. Y si robás una carta del mazo, tenés varias opciones: sumarla, descartarla o jugar una combinación con la carta recién robada. El primero en quedarse sin cartas, ¡gana la partida!